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10 agosto 2009


Capítulo 18: La comprobación de las varitas mágicas

Cuando despertó, Zanky recordaba levemente lo que había sucedido el día anterior. Él era el cuarto pringao del Torneo, y se había montado la gorda por ello. Se giró hacia la cama de Ron, pero no estaba. ¿Habría superado ya su miedo a salir solo de la sala común? Pero entonces recordó que Ron se había enfadado con él la noche anterior.

Bajó a la sala común y algunos Hufflepuffs que allí estaban lo saludaron con vítores de alegría. Zanky se acercó a Jana y Jermayoni, que estaban leyendo el nuevo número de su revista favorita: "Brujas Fashion".

- Jo tía, mira qué pedaso borso, calculo que en él cabe po lo meno tos los productos de primera nesesidá, como toa la gama de colore de pintabio y de pintauña, la dosena de peine y sepillo pal pelo...

- Ya ves, o sea, es divino de la muerte, y mira estas faldas, a ver que no se me olvide copiar el número de identidad, que esta misma tarde mando un loro para encargarla.

- Ui, hola Sanky, ¿qué tal has dormío, campeón? grrrr.

- Pues bien, ¿habéis visto a Ron?

- Si - dijo Jermayoni, sin levantar la vista de su revista - está enfadado contigo, se ha bajado a desayunar solo.

- Uff, qué alegría me das, pensaba que solo lo había imaginado.

- Pasa de él - continuó Jermayoni - todos sabemos que es el que sobraba, su pelirrojo no pega con tu negro azabache y mi castaño-rubio, o sea, nos quitaba glamour.

- Eso é verdá, má de una vé pasé de ir con vusotro poque er colorao no sus lusía bien.

Jermayoni dejó su revista a un lado y se levantó para ir con Zanky a desayunar. Jana seguía sin apartar la vista de su revista y ni se enteró de que se había quedado sola.

En el Gran Comedor todos parecían estar en contra de Zanky. Los Gryffindors pensaban que era un pringao falso y que Cedric era el verdadero pringao de Hogwarts. Los Slytherins por supuesto pasaban de Zanky, y los Ravenclaw simplemente estaban tan insoportables como siempre. Sólo los Hufflepuffs daban su apoyo a Zanky, y con ellos la Susan.

Cuando ya estaban desayunando entró BlisBlis, la niña-troll de Ravenclaw. Comenzó a gritar y a hablar muy rápido y pronto despejó toda la mesa. Llevaba como siempre sus colores chillones, esos que Jermayoni tanto odiaba.

- Está ahi, ¿verdad? - dijo Jermayoni, sin girarse, de puro pánico.

- Si.

- ¿Nos vamos?

- Si, ya me duele la cabeza de oírla.

- Blisblisblisblisblis blis blisblis blis blis blisblisblis.

- ¡¡¡Corre!!!

Estuvieron paseando por el lago, era fin de semana y tenían mucho tiempo libre, Tita no estaba en su cabaña, y por el olor a empanada, Zanky pudo adivinar que estaba en el barco de Durmstrang.

- Jermayoni, yo no puse mi nombre en el bombo, ¿me crees?

- Pues claro, o sea, sólo había que ver tu cara de susto, que ni Jana cuando envejeció en el círculo de edad. Además... ¿a quién con dos dedos de frente se le ocurre poner en peligro así su integridad física?

- Jana participó.

- Jana no tiene dos dedos de frente.

- Si, bueno...

Después de un largo paseo Zanky notó que alguien los seguía, era Ron, que había aparecido por sorpresa detrás de ellos y cada vez que se giraban hacía como si no los hubiera visto.

- Dile a Ron que... - empezó Zanky.

- ¡Qué decir ni qué decir! Yo no soy un loro.

Y dicho esto se giró, dio unos pasos hacia Ron y... "plas"

- ¡¡DEJA DE SEGUIRNOS!!

Pero Ron los persiguió durante el resto del día, poniendo cara de pena falsa.

- Deberías escribir a Sirius - le dijo Jermayoni a Zanky.

- ¿Para que se deshaga de Ron?

- No, si quieres deshacerte de él solo habla con la Susan, yo lo decía por lo del Torneo, escríbele y dile... o sea, que no sabes como te seleccionó el bombo.

- Pero si lo hago vendrá y se pondrá en peligro.

- Ya ves tú, o sea, a estas alturas ya habrás salido en los periódicos, al menos en las revistas ya sales, y Myrtle la cotilla ya ha informado a todos los pueblos cercanos...

El fin de semana terminó y comenzaron de nuevo las clases. Zanky pudo comprobar la manía que le tenían el resto de casas.

En clase de Cómo Mimar a las Criaturas Mágicas se sentaron con los de Slytherin a esperar a que Tita y Charlie sacaran las jaulas de las anacondas mágicas. Entonces Dracon le dijo a Zanky:

- ¿Qué pasa, Zanky? ¿No podías evitar hacerte el héroe un año más?

Zanky estaba harto de ese tipo de comentarios, así que simplemente lo ignoró. Vio que Dracon estaba sentado junto a Ron.

- Pringao... - Murmuró Zanky.

- Bien chicos - Tita había regresado con las jaulas y Charlie iba tras ella - las pobres anacondas ya han terminado de mudar la piel, pero ahora tienen ansias asesinas, últimamente matan todo lo que ven, pero no os preocupéis, vamos a sacarlas a dar un paseo para que liberen estrés.

- Pero tened cuidado - añadió Charlie - manteneos a una distancia prudente de la cabeza y...

- Tonterías - lo rectificó Tita - podéis jugar con ellas cuanto queráis, y podéis dejar que os abracen, ya miden dos metros, veréis que calentitas son.

- Pero no dejéis que os aprieten mucho - dijo Charlie - os pueden asfixiar.

- Ende luego Charlie, qué frío eres, así nunca te echarás novia, muchacho - le dijo Tita.

Zanky se dirigió con Jermayoni y Jana a abrir su jaula, pero Tita le pegó un estirón para separarlo del resto.

- Bueno, dime, ¿escribiste tu nombre en el bombo?

- ¡No! claro que no.

- Pues si mi Zanky dice que no, es que no, ea, Dumbledore tampoco cree que fueras tú. Pero... - Tita se puso un poco roja - como quiero caer bien a Webo Cascao... y él cree que eres un tramposo... si me oyes decir algo delante de él como... "eres un sucio y asqueroso tramposo que no merece estar en Hufflepuff ni haber nacido", no lo digo en serio ¿eh?

- Emmm... vale... y además... Ron no me habla.

Tita se sorprendió mucho.

- ¡No me digas! Oi el disgusto que se va a llevar Molly... ella que estaba ilusionada porque durmiérais juntos...

- ¡Pero ha sido él que no me cree! es un tonto pringao.

- Si es tu enemigo, mi plato te protegerá... pero míralo que carita de penita pone... oiii. Quita Zanky, que quiero consolar a Ron, que tú nunca me has puesto caritas de pena. ¡Ven aquí Roni! ¿Qué te ha hecho Zankita? Oiii, Zankita malo, Zankita malo... ea ea, ya pasó Roni...

La clase siguiente era de Lociones, y Zanky se temía lo peor.

En la puerta, esperando que el profesor les diera permiso para entrar, Dracon intentó robarle a Zanky un pestiño que le había dado Jana.

- ¿Qué pasa? ¿Que no tienes suficiente con acaparar la atención de la escuela año tras año sino que también quieres acaparar los pestiños?

- ¡Ala que xapa má xula! déjame vela Fajón.

- Me llamo Dracon.

Zanky se fijó en la chapa que lucía. Ponía "Cedric mola" y al darle con la varita, cambiaba las letras hasta poner: "Zanky sobra". Zanky no lo soportó más y sacó su varita, dispuesto a atacar a Dracon, pero Dracon también sacó la suya. Como Zanky era miope y Dracon se distraía con cualquier cosa luminosa, ambos fallaron. El hechizo de Dracon fue a parar a Jermayoni, y el de Draco a George, que comenzaron a salirle granos y a ponerse rojo, aunque Zanky nunca supo si de la furia asesina. Suerte que el profesor Lucius apareció a tiempo.

- ¡Ala que chapa más guay! 50 puntos para Slytherin por lo bien que lo luce mi hijo y... ¡¡pero bueno!! ¿qué ha pasado aquí?

- Papi, papi, Zanky ha lanzado un hechizo a George, así porque si.

- ¡Oh! ¡¡¡George, corre a la enfermería!!! pobre chico, alomejor no lo cuenta... su fina piel ya no será la misma... en cuanto a ti, Zanky... 50 puntos más para Slytherin, no voy a ser malo...

- ¡Pero Dracon también me atacó! y dio a Jermayoni.

- ¡A... a Jermayoni! Deja preciosa, ¿qué te ha pasado? dime que no te ha tocado las raíces del pelo por lo que más quieras.

Jermayoni se destapó la cara, Zanky no vio nada extraño, pero Jana y Lucius se horrorizaron.

- ¡Oooh! ¡¡qué horror!! ¡¡¡Pero qué bien hecho está el hechizo!!! 50 puntos a Slytherin por lo bien que aprende mi hijito. Jermayoni, corre a la enfermería, diles que usen tu color de tinte para esas puntas, ¡habrase visto unas puntas tan abiertas! diles que no corten, ¡¡¡que no corten!!! que la señora Pomfrey es muy bestia.

- Ais, pobre la Jerma, no se yo si ete año acabará mu bien, que cada año que pasa en eta ecuela de magia la pasa canuta la pobre, si ej que la tienen muxa envidia, muuuxa, son tos uno envioso. ¡Corre Jerma, corre y no mire pa tras!

La clase de Lociones dio comienzo con una subida de 500 puntos a Slytherin. Zanky maldecía al profesor Malfoy por lo bajini, ya que Jermayoni estaba en la enfermería y que Ron no le hablaba, estaba sentado junto a Jana, que lo miraba con ojos golosos mientras preparaba una loción para el cabello reseco. Todos en la clase tenían la chapita de "Zanky sobra", hasta Jana se había hecho con una.

- ¿A vito que mona? Hase juego con er coló de mi ojo, ¿verdá Sanky? mira, mírame lo ojo xiquillo, ¿a que son der mimo coló que la xapilla? ¿A que si?

Afortunadamente alguien llamó a la puerta, era Colina, con sus dos coletas rubias. Pidió permiso al profesor Malfoy para llevarse a Zanky a una revisión para el Torneo de los 3 Pringaos.

Zanky salió del aula sin hacer caso a los abucheos de los Slytherins, siguiendo a Colina.

- Oye Zanky, ¿me dejas hacerte unas - click click click click click - fotos?

- Tú misma... sírvete.

- Gracias.

Click click click click clickclick click click click clickclick click click click clickclick click click click clickclick click click click clickclick click click click clickclick click click click clickclick click click click clickclick click click click clickclick click click click clickclick click click click clickclick click click click clickclick click click click clickclick click click click click.

Zanky acabó casi ciego cuando llegó al aula donde le esperaban los otros tres pringaos. Pudo distinguir a una mujer que iba con un traje verde chillón ajustado y con unas gafas de diseño que lo miraban picaronamente.

- Hola guapo, mira que bien, te ha tocado el premio, ea, vamos a hacerte una entrevista, sígueme.

Y la mujer arrastró a Zanky por un pasillo hasta encerrarse con él en un armario lleno de mochos.

- Qué romántico... ¿verdad?

- Psss...

- Soy Danta Skeeter, reportera del Corazón de El Profeta, voy a cubrir el evento que tendrá en Hogwarts, déjame hacerte una entrevista para mi columna... ¿A que soy mona? ¿a que me queda de fábula este vestido? ¿A que aparento 25?

- Em pues...

Zanky descubrió una pluma que volaba sola escribiendo sobre una libretita, justo al lado de Danta.

- ¡Oh! se llama Cro-cro, es mi pluma a vuelapluma, mi amigo del alma, ¿no te molesta que la use, no? es que así no tengo que escribir.

- ¿Por qué pone que he respondido a todo que sí si no he dicho nada?

Danta estalló en una risita pervertida.

- Cómo es mi Cro-cro... Bueno, sigamos con la entrevista.

Zanky se agachó un poco para no acabar con la cabeza llena de telarañas y se puso bien las gafas, el armario era bastante oscuro.

- Dime, Zankita, ¿Qué se siente al ser el único pringao menor de 17 años que participa en el Torneo? ¿Tienes miedo? ¿Ánsias de fama? ¿o es simplemente porque te excita el riesgo?

Zanky se fijó en que Danta estaba mordiendo la patilla de sus gafas, Zanky creyó que le estaba insinuando algo... ¿pero el qué?

- Pues no sé... yo no quise participar en el Torneo porque...

- Ajam, y dime... ¿Qué hay de tu relación con Tita Hagrid? ¿Sois amantes? ¿es tu guardaespaldas? ¿tu chula?...

- Pues... algo así como mi escudo antimisiles... si... pero qué...

- Ajam... ¿estás apuntando Cro-cro? así me gusta...

Danta acarició su pluma a vuelapluma y le dio un besito, después miró a Zanky, intentando ocultar lo que ponía en la libretita, pero Zanky ya había leído algo.

"El joven Zanky me arrinconó de forma furtiva en un armario de la limpieza. Sus músculos me confirmaron que estaba preparado para el Torneo, a pesar de ser el más joven de los participantes, de apenas 16 años y 11 meses. Acto seguido, me sedujo con su atractiva sonrisa hasta el punto de hacerme perder los papeles. Finalmente conseguí sonsacarle información acerca de su relación con Tita Hagrid. Según palabras de Zanky "Tita es mi esclava"."

- ¡Oye! - protestó Zanky - Yo no tengo 16 años y 11 meses, tengo 14.

- Ui si, qué despiste el de Cro-cro... jijiji. Y dime Zanky... - la voz de Danta cambió, ahora era más suave y profunda, se había quitado las gafas y estaba removiéndose el pelo con una mano - ¿verdad que estoy muy buena?

Zanky fue a responder que realmente le daba miedo, pero un ruido sordo y metálico golpeó la puerta del armario por fuera. Después Danta se puso en pie y abrió la puerta. Ahí, limpiamente, estaba clavado el plato de Tita. Inmediatamente Danta salió corriendo sin despedirse de Zanky siquiera. Instantes después aparecía Tita por un pasillo, corriendo.

- ¡¡¡AI MI ZANKY!!! ¿QUIEN HA SIDO? ¿QUIEN HA SIDO QUE LO MATOOOOO?

- ¿Quién? ¿Qué...? - Zanky estaba realmente confundido.

- Oi, que le han borrado la memoria al pobrecito mío - después Tita se acercó a la barandilla de las escaleras y pegó un berrido - ESOOOO HUYEEEEEEEE, YA TE ENCONTRARÉEEEE.

Tita recogió su plato y puso un poco de celo en la puerta.

- Ea, arreglado, no se nota nada la grietecita que ha hecho el plato. Es que después va Vitch y se queja de que si las armaduras están sin cabeza, de que si desaparecen las limas de su caja de herramientas... hijo, que mantener el plato cuesta lo suyo, y mi sueldo no da para más... Ea, vamos, que te están esperando. ¡Hay mi Zanky! ¡¡¡que le van a comprobar la varita!!!

- ¿Qué? No, no... mi varita está bien, de verdad, dile a ese médico que se vaya.

- Ains... que mi Zanky ya es un hombrecito... tú tranquilo que nadie va a comprobar tu varita bajo pena de contractura en las cervicales acompañada de incisión en la vena cava... es decir, bajo pena de cortarle la cabeza. ¿Qué quieres? Dumbledore me ha dicho que sea más sutil con mis amenazas... Pero tú tranquilo, que me refería a la otra varita.

Entraron de nuevo a la sala donde estaban los pringaos. Ahora también estaban los tres directores y Ludo Bagman, acompañados del vendedor de varitas, el señor Ollivander.

- ¿Qué pasa? ¿Que la pgofesoga de Como Mutilag a las Cgriatugas Mágicas siempge tiene que estag en los actos oficiales?

- Al menos Zanky me lleva como guardaespaldas... tú deberías hacer lo mismo, monina... que nunca se sabe cuándo una lámpara puede aflojarse y caerte sobre la cabeza mientras vas tranquilamente al lavabo con tu ejemplar de El Profeta... ¡Ah no! que tú eres más sofisticada, claro, tú llevas el New York Jornal ¿no?

- No, que-gui-da, pgefiego usag el papel higienico... ¡Ops! miga las ogdinagieces que me haces decig. ¡Abgázame Webo!

- Bueno, señoras - dijo Dumbledore - haya paz, haya paz, que aquí tenemos a Ollivanders, lo conocí cuando éramos mozos y teníais que ver el tipín que tenía el chico... como un queso estaba... como un queso...

- A ver, yo he venido aquí a comprobar varitas, y os advierto que cobro por minutos, ¿por qué varita empiezo?

Dumbledore fue a decir algo, pero Webo lo interrumpió.

- Mi Krum primero.

El señor Ollivanders se acercó a Krum y cogió su varita, la examinó con cuidado y dijo...

- Mmm... varita de secuoya con núcleo de fibra de ojo de bisonte americano y 34 centrímetros... muy americano... - Hizo un movimiento y de la varita salió una banderita estadounidense.

Después Ollivanders preguntó que quién era el siguiente, y Tita y Madame Maxime comenzaron a discutir.

- ¡¡Mi Zanky, mi Zanky!!

- No, pgimego mi Fleuggg, mi Fleugggg.

- Mira abuelete, mi plato acaba de fallar y está deseandito de catar la sangre humana, ocúrrete comprobar la varita de la pija deforme esa antes que la de mi Zanky y te prometo por mis muelas que tu muerte será rápida, eso sí, limpia no creo... Zanky, aléjate un poco, vaya a ser que te ensucies...

Ollivanders no tuvo opción, tragó saliva y sujetó con cuidado la varita de Zanky.

- Madera de melocotonero, 28 centímetros, núcleo de pluma de cola de pavo real, flexible... si, recuerdo el día que se la vendí, menuda estafa le metí al... esto... toma bonito - y de la varita surgió un chupachup.

- Así me gusta - asintió Tita.

Llegó el turno de Fleur, que entregó su varita al señor Ollivanders.

- Para saber la madera de esto antes debería quitarle las dos docenas de capas de perla en polvo que lleva... pero bueno, haré un intento. Diría que es madera de rosal, 15 centímetros, la niña bonita. Núcleo de... pelo de veela con cincuenta y ún tipo de tintes diferentes... pero es pelo de veela.

- Ega de mi bisabuega - dijo Fleur.

- ¿Tu bisabuela también era pija? pssss, no sé de qué tribu de galas sois, pero está claro que no sois del norte... - comentó Tita, mirando con asco a Fleur y a Madame Maxime.

El señor Ollivanders agitó la varita de Fleur y salió de ella una diadema.

- ¡Tiga eso! - casi gritó Madame Maxime - segugo que es del togo a cien.

Ollivanders estaba ya de mal genio, revisó la varita de Cedric sin hacerle regalo.

- Madera de cedro, 29 centímetros, núcleo de kriptonita. Ea, lo dicho, serán 67 galeones más transporte, a ser posible pagadme ahora en monedas pequeñas, que después los pitufos de Gringotts no me quieren cambiar.

- Esos pitufos... - gruñeron Tita Hagrid y Madame Maxime a la vez.

Después de abonar la cantidad a Ollivanders, salió de la habitación gruñendo. Y entonces Zanky se vio sometido a una sesión de fotografias que se demoró dos horas porque Tita estaba peinando a Zanky y presumiendo de lo guapo que iba a quedar mientras Madame Maxime daba algunas capas de maquillaje y botox a Fleur. Mientras, Krum se quitó la camiseta y Cascao lo roció con un esprai con agua y aceite mezclado, para asemejar que estaba sudado para la foto. Cedric contuvo el impulso de vestirse de súper-Cedric.

Después de las fotografías Zanky creyó que había perdido color de piel y fue al Gran Comedor acompañado por Tita para cenar. Allí no encontró a Jermayoni, supuso que seguía en la enfermería poniendo remedio a sus puntas abiertas. Pero allí estaba Jana, rodeada de un chuletón de ternera y medio pollo asado, con las manos grasientas.

- Mírala, míralaaa - dijo Tita - si es que lo hace para darme envidia la muy asquerosa, como sabe que estoy a dieta... que asssssco me da la gente así. ¡¡¡Hola Jana bonita, ¿como estas?!!! ea, come, come, tú no te cortes, así, así, como si no hubiese mañana... yo me voy, pero no pienses mal, que es solo para no verte.

Y Tita salió de la sala dejando a Zanky con Jana.

- ¿Quiere un caxo de ternasco? ej que no sé yo si no será pasarme demasiao con la comida xiquillo... que ayé cuando teminé de sená no me podía mové y dormí aquí, asín, a la intemperie sin maquillaje de noxe ni ná...

Después de cenar Zanky tuvo que ayudar a Jana a levantarse de la silla. Fueron hacia abajo, en dirección a la sala común de Hufflepuff. Acababan de pasar las últimas escaleras automáticas cuando una alumna de Beauxbatons se les acercó, algo preocupada... o al menos eso le pareció a Zanky que tuviera una ceja más arriba que la otra y la mandíbula desencajada.

- Si gu plé, si gu plé...

- No, no - dijo Jana - yo Jana, y ér Sankita. Nosotro no conosemo a ninguna Siguplé...

- Si gu plé, yo...

- Ah bueno, que tú te llama Siguplé, ya nos vamo entendiendo... ¿ve Sanky? si ej que yo sé muxo idioma, mira, sé hablá er castellano, er españó, er andalú, mursiano... pero er mursiano de Mursia no er que tú habla... también sé hablá inglé, fransé... y si me pongo te hablo en madrileño vamo...

- Si gu plé, ¿dónde está la sauna?

- ¿Sauna? aquí no tenemo sauna, lo sé jamía, pero que le vamo a hasé. Eta ecuela se bautisó hase po lo meno sincueta año, etá totarmente anticuá...

- ¡Oh! ggacias. O gue vuá

- Ea, ve con dió bonica... ains... pero qué resalá soy...

Cruzaron el retrato de don Juan, que se estaba dando el lote con la señora marquesa del retrato de dos pisos más arriba. Zanky intuyó que al señor marqués no le haría gracia enterarse de aquello...

Al entrar Jana se desplomó sobre un sofá y se quedó dormida enseguida. Zanky subió a su habitación, tenía ganas de dormir después de la paliza de la entrevista, la revisión de varitas y las fotos. Pero allí se encontró algo peor: a Ron.

- Mañana por la noche en las mazmorras - le dijo Ron de mala leche.

- Pues búscate a otro, que a mí no me van esos rollos...

- Digo que es el castigo que el profesor Malfoy nos ha puesto.

- ¿Y a ti por qué? si no estabas...

- Porque como siempre íbamos en pack... pues me toca pagar el pato.

- Pringao.

- Tú más.

- Pos vale.

- Y tienes un loro esperando.

- Pos tú más... digo... vale.

Zanky se acercó al loro, era de color azul clarito como el cielo, recogió la nota que tenía para él.

"Querido ahijadito:

Qué pena más grande que te tocara entrar en el Torneo, con la de cosas malas que hay en él. Cuando me lo contaste me pasé dos días llorando desconsoladamente, ahora en cambio ya puedo escribir sin temblar, pero que no te engañe la carta seca, sigo llorando.

Está claro que alguien en Hogwarts te quiere hacer pupita de la mala malosa. Alguien poderoso está en Hogwarts burlando la protección de Dumbledore, ten mucho cuidadito, y confía plenamente en tito Albus y tito Moody, ellos te protegeran.

Tenemos que hablar hocico con hocico uno de estos días. Te espero el 22 de Noviembre en la chimenea de la sala común de Hufflepuff a las 12 de la noche. ¡¡Me muero de ganas de verte!!

Un besito de tu papi:

Siriito."

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