Zanky Potter

- ¡¡¡TOMAAAA!!! - chilló Tita desde encima de la mesa de profesores - ¡Ese es mi Zanky, el pringao de Hogwarts! ¡El valiente que se enfrentará a...! Oi. Eso es malo... ¡AI MI ZANKYYYYYY! ¿Quién lo habrá gafao? como me enteré de quién ha sido...

Zanky sólo murmuró:

- ¿Comorrr?

Pero Dumbledore volvió a repetir su nombre, ahora más claro y alto: Zanky Potter.

El Gran Comedor estaba en silencio, como nunca antes lo había estado. Todos lo miraban, y poco a poco a poco comenzaron los rumores entre los alumnos. Zanky miró a Ron, Jana y Jermayoni, los tres estaban ojipláticos mirándolo.

- Zanky Potter.

Repitió Dumbledore, indicándole que se le acercara. Pero Zanky no quería levantarse. Fue Jermayoni quien le dio un empujoncito para que se pusiera en pie.

- Que te has sentado encima de mi vestido...

Zanky anduvo despacio hacia Dumbledore, que lo miraba entrecerrando los ojos para verlo mejor. Tita seguía encima de la mesa, pero bajó para intercambiar unas palabras con el director en voz muy bajita que nadie escuchó, algo muy extraño en Tita. Después, Dumbledore pidió a Zanky que cruzara la puerta con el resto de pringaos. Y Tita lo miró de forma extraña, como preocupada.

Al cruzar la puerta, encontró a Fleur, Krum y Cedric depié. Lo miraron, como esperando que les dijera algún mensaje, pero Zanky simplemente caminó hasta el fondo de la sala, donde había una chimenea encendida y un cuenco con caramelos. Se llevó varios a la boca.

El primero en entrar fue Ludo Bagman, caminaba con dificultad y le fallaba el aliento, pero se sentó en un sofá.

- No me lo puedo creer, Zanky. ¿Cómo ha sido eso? es la primera vez que hay cuatro campeones en el Torneo.

- Pegdone, ¿cuatgo?

- Si, si, El Bombo ha sacado a Zanky, nadie lo esperaba.

De pronto entraron Dumbledore y Webo Cascao. Tras ellos iban Madame Maxime y Tita, empujándose en la puerta, y tras ellos, el señor Crounch cerró la puerta.

- ¡Tongo! Esto es tongo - protestó Cascao, enfadado.

- No me puego cgeeg que hayais manipugado el bombo, segugo que ha sigo ella - señaló a Tita, que estaba de pié junto a Cascao.

- ¿Yo? ¿Para que iba yo a meter a Zanky en este Torneo? Con la de peligros que hay no tendría a basto.

- Tita - dijo Dumbledore, muy serio, se había quitado el pintabalios con una servilleta - estás aquí como oyente, silencio por favor.

- Vale, vale... - y dirigió una mirada asesina a Madame Maxime, pero le respondió con una sonrisa maliciosa que no gustó nada a Tita.

- Zanky - preguntó el director - ¿has pedido a algún adulto que metiera tu nombre en el bombo?

Dumbledore estaba hablando con una columna, pero igualmente Zanky respondió:

- No.

- La mafia...

- No, no firmé el contrato de la Susan.

- ¡Esto es increíble! ¡¡Hogwarts haciendo trampa!! - protestó Cascao.

- ¿A que si, Cascao? - dijo Madame Maxime, abrazando a Webo - pogque ya estamos inscgitos, pego sinó nos retigábamos del Togneo.

- Por supuesto.

- Tranquilos, tranquilos... veamos, Crounch, ¿qué podemos hacer?

El señor Crounch movió el bigote y dijo:

- Está más claro que el agua, lo que sale del Bombo está obligado a participar en el Torneo, es un contrato vinculante. Por eso, en este Torneo me temo que deberá haber 4 Pringaos.

La puerta se abrió de golpe y entró OjoChungo cojeando y con su loro en un hombro.

- ¡Esto ha sido obra de algún mortífago! ¡FIJO!

- Ya está el alarmista - dijo Cascao.

- Que yo sepa, Webo - dijo OjoChungo, con aire misterioso -, hay en este castillo más de uno que desea hacer daño a Zanky...

- ¡Por encima de mi plato!

- ¡Tita!

- Si, si, ya me callo, ya me callo...

-¿Te estás refiriendo a...?

- Veo que sabes por dónde voy, Cascao...

Webo fue a protestar, pero Madame Maxime aprovechó ese instante para darle un beso en los morros a Cascao. Tita abrió mucho la boca, sin poder decir palabra, pero más roja que un pimiento, con la vena del cuello hinchada y los ojos inyectados en sangre. Cogió el plato y comenzó a morderlo con fuerza para poder controlarse.

- Oig, pegdona, han sigo los nervios, es que las galas somos así, muy fogosas... - y lanzó una mirada cargada de malicia a Tita.

- ¡Centrémonos! - dijo Dumbledore - esto es demasiado serio como para caer en las tentaciones de este hombre.

- Entonces, Albus, si no te importa... - dijo Cascao - ¿podrías quitar la mano de... ejem, mis posaderas?

- ¡Ah! pensé que era un cojín... - Dumbledore se puso rojo - Bien, queda claro pues, Zanky debe participar en el Torneo de los Tres Pringaos. Queda pendiente averiguar qué clase de poderosa magia ha hecho que el Bombo escupiera su nombre. Dicho esto, pues, Zanky - Dumbledore apoyó su mano en la columna y fijó en ella su mirada sin gafas - podéis ir a la sala común, seguro que todos os aclamarán con un montón de jaleo. Si hacéis una fiesta avisadme ¿eh? Ea, hasta mañana...

Mientras cada uno se iba a sus respectivas habitaciones, Cedric le preguntó a Zanky:

- ¿Cómo lo has hecho? Ni súper Cedric podría haber hecho algo así.

- No he sido yo, no lo sé, yo no metí mi nombre en el Bombo, y la Susan tampoco.

- Ya, ya...

- ¡¡¡¡¡¡LAGARTONAAAAAAAA, SI, SI, CORRE, PORQUE COMO TE PILLE TE ARRANCO LA LENGUA, GUARRONAAAAAAA!!!!!!!

El grito de Tita los sobrecogió y corrieron, cada uno, a su sala común.

Zanky entró a través del retrato de Don Juan, que estaba acompañado por una moza vestida de época, a la sala común de Hufflepuff. Allí todos lo esperaban despiertos, y cuando Zanky entró todos comenzaron a aplaudir. Algunos subieron a Zanky sobre sus cabezas y, como cada vez que Zanky ganaba algo, algunas chicas le metían pepalitos con mensajes en los bolsillos. Esta vez Jana le tiraba anisetes, contenta como nadie.

- ¡¡Mirá a mi Sanky, que me va a dedicá la vitoria!! ¿A que si MI Sanky?

Pero Zanky se acercó a la Susan, que estaba contenta como nunca nadie la había visto.

- Susan...

- Zanky, que sepas que te has ganao mi respeto, no sé cómo has hecho para meter la papeleta, pero sea como sea has superado a la mafia, ¿entiendes? Así que, ¿quieres hacerte miembro de nuestra mafia?

- Quizás otro año, que ya tengo bastante con lo que tengo. Entonces ¿no fuiste tú quien metió mi nombre?

- ¿Tengo cara de hacer trabajos gratis?

- No, no...

- Pues ya está, ¿entiendes? Si a la Susan le dices NO la Susan entiende NO. ¿Queda claro? y que no te vea más dudar de mi palabra porque no respondo Zanky, ¿eh? no respondo. Te lo advierto, que la Susan es mu chunga, pero también es mu legal, ¿entiendes?

- Si, si...

- Y otra cosa - dijo la Susan, más bajito - cuentas con la unidad de la mafia de Hufflepuff para lo que quieras. Estamos en negociaciones, puede que los miembros de la mafia de Slytherin también nos apoyen. Cedric es de Gryffindor, y como mucho aspiran al apoyo de Ravenclaw, pero mira, nosotros el apoyo de los Ravenclaws no lo queremos ni regalao, ¿entiendes?

- Si, si, gracias...

La fiesta acabó a las 4 de la madrugada. Al final Dumbledore se unió y comenzó a servir coca colas como un loco, hasta se mojó de arriba abajo en un intento por hacer un camisetas mojadas, pero sólo él y Jana se apuntaron.

Poco a poco todos se fueron dispersando en sus habitaciones. Dejaron a Dumbledore dormido en el suelo con una corbata atada a la cabeza y Zanky por fin pudo descansar en su cama.

Ernie estaba dormido con la almohada en los pies, y Ron tenía cara de mal genio, como cuando se le metía la pajita del zumo dentro del envase.

- ¡Al fin me dejan en paz!

- Oi, que no le dejaban en paz al pobre.

- ¿Y a ti que te pasa, tonto?

- Pues pasa que me da mucha envidia que hayas entrado en el Torneo y yo no, eso pasa. Ahora me dirás que soy un envidioso, como si lo viera.

- Pos lo eres.

- ¿Ves? y encima cuando Susan preguntó si queríamos participar dijiste que no, y por eso yo dije que no.

- Es que no quería participar, yo no metí mi nombre.

- Si, claro, puedo ser pelirrojo, pero no tengo un pelo de tonto, ¿sabes Zanky? Que te coma una magdalena.

- Dios te oiga, Ron, Dios te oiga...

Zanky no lo sabía, pero Ron le acababa de retirar su amistad. Aunque... desde el punto de vista de Zanky, aquello le daba igual.

Aquella noche soñó con una enorme magdalena que se lo tragaba.