Lo + leído

08 marzo 2009

Capítulo 8: Los Mundiales de Quidditch

Zanky, Ron, Jermayoni y Jana se reunieron con el resto en las tiendas. Ellos también habían oído la sirena y les estaban esperando para ir al estadio. Enrique se llevó un enorme tambor, decía que era familiar de Manolo el del Bombo. Bill y Charlie ya se habían ido para comprar unas bebidas para el partido. Luna iba de la mano de Arthur, que se había puesto una bufanda por si acaso refrescaba más tarde. Los gemelos también se habían marchado antes de tiempo, Zanky los había visto reunirse con otros miembros de la mafia que había por la explanada, pero Zanky no llegó a ver a la Susan ni al Corleone. Se dieron prisa y fueron, a empujones, hasta la entrada principal del estadio, donde había una cola enorme para acceder.

Bill y Charlie llegaron al cabo de un rato con unas bebidas, para soportar mejor la espera de la cola, que avanzaba muy lentamente. El señor Weasley tenía entradas del palcro de lujo, donde estarían con importantes personas de otros países, y ahora, como los gemelos habían decidido ir con la mafia, Jana y Enrique podrían acompañarles. 

Tras más de media hora en la cola por fin les tocó el turno. Tita estaba cacheando a todo el que entraba al estadio, y Zanky había notado que desconfiaba mucho de los cachas, porque les entretenía más que al resto.

- ¡Hombre! ya habéis llegado, pues nada, pasad, pasad. Arthur, tienes que tener más cuidado con los gemelos, que son tan ingenuos que algún terrorista les ha metido en los bolsillos un par de granadas explosivas, igual que a todos los amiguitos de la Susan. Pero tranquilo, que ya me he encargado yo - Tita señaló un enorme saco - Todo eso tenían. Pobrecitos, inocentes ellos... 

Arthur guió a todos hacia el palcro. De camino Zanky se fijo en un mago que salía de un armario de la limpieza acompañado de una señora rubia, iba vendiendo pipas entre el público, se trataba de Severus Snape, se le veía bastante bien sin elfo... Al llegar al palcro éste estaba casi vacío, a escepción de un elfo doméstico que estaba tapado con una túnica y sólo se le veían las orejas, y  de dos rubios que hablaban bajito.

- Ya te he dicho que es mejor no tener problemas con Tita Hagrid.

- Ya papi, pero es que esa bolsa brillaba tanto...

- Recuerda lo que te dijo el psicólogo, tienes que resistir la tentación.

Zanky se fijó en que Lucius estaba curando una fea mordedura del brazo de su hijo. Por lo visto, el hambre agudiza el ingenio, y Tita estaba aprendiendo nuevas técnicas de ataque, o... como diría ella, "técnicas de defensa para chicas delicadas, como yo".

El señor Weasley indicó a cada uno dónde sentarse, intentando ignorar a Lucius, que les ponía cara de asco. Al cabo del rato apareció la misma mujer rubia que habían visto junto a Snape, un poco despeinada y con cáscaras de pipas en el pelo, y se sentó junto a Lucius y Dracon.

- ¿Has traído las pipas? Has tardado mucho...

- Si, es que... están de oferta... 

Zanky se giró hacia el elfo, aunque solo podía ver sus orejas jamás había visto otro elfo que no fuera el Dobby, por eso pensó que se trataba de él.

- ¿El Dobby? 

El elfo no respondió. Zanky se le acercó y le retiró la capa. Descubrió a un elfo, pero no era el Dobby, con una botella de whisky casi vacía.

- ¡No! luz nooo, aarrg, mi cabeeeza.

- Perdona, pensé que eras El Dobby.

- ¿Me has confundido con un chico? hip yo soy Winky, la elfina doméstica hip. ¡¡El Dobby es un ídolo!! se dice que no  da palo al agua donde trabaja ahora hip.

- Oh, perdona por la confusión.

- No pasa nada, hip, estoy guardando el sitio para el amo, el señor Crouch, hip, hip.

Cuando Zanky volvió a su sitio, Jermayoni se le acercó hablando en voz baja.

- Zanky, o sea, ¿eso era una elfina?

- Si.

- Vaya, no pensaba que fuera tan grave... hay que ver lo dejadas que son... hay que hacer algo, no usan ni pintalabios.

Al cabo de un rato entró un grupo de gente lideradas por Bagoman, que iba sudando. En cuanto encontró un asiento se desplomó contra él y dijo al resto del grupo que se sentaran donde pudiesen.

- Estos son los representantes de varios paises - explicó el señor Weasley - son muy serios y dudo que les guste el Quidditch, pero tienen que estar aquí quieran o no, no hagamos mucho ruido para no...

En ese momento Enrique comenzó a golpear su bombo con su bastón.

- ¡ESPAÑA! TA TA TA, ESPAÑA, TA TA TA.

Jana, inmediatamente, se levantó y comenzó a bailar una sevillana, con palmas y todo. Algunos magos internacionales aplaudieron, y otros pusieron cara de malas pulgas.

- Enrique, o sea, que no juega España, España se quedó en los cuartos, como siempre. Juegan Bulgaria contra Irlandia.

- Y tú no tienes dos patas, tú tienes dos paletas más ricas que el agua de botella, ¡¡ai cordera!! 

Bagoman levantó la varita con mucho esfuerzo y comenzó a hablar, con una voz ampliaba que llenaba todo el estadio.

- BIENVENIDOS AL CUADRAGESIRG... CUADRIGE... A LA CUARENTA Y CUATRO EDICIÓN DE LOS MUNDIALES DE QUIDDITCH. HOY TENDRÁ LUGAR LA FINAL DEL CAMPEONATO, EN EL CUAL SE ENFRENTARÁN IRLANDA Y BULGARIA. PERO ANTES, CONOZCAMOS A SUS MASCOTAS.

El estadio rompió a voces y gritos de emoción. Zanky juraría que oyó en medio de todo el ruido a Tita gritar "A ver, un poco de silencio, que no me entero, ¿ya han marcado gol?". Al fondo del estadio había cinco filas de gradas en los que todos iban de negro y Zanky, gracias a sus gafas con aumentos, pudo distinguir a la Susan y el Corleone en medio de ese grupo, ambos mascando chicle y con gafas de sol oscuras.

En el centro del estadio apareció un grupo de chicas, con melenas doradas que parecían flotar al aire, y unas ropas muy lijeras.

- CON USTEDES, LAS VEELAS DE LOS BULGAROS.

Las veelas comenzaron a flotar en el aire y a bailar de una forma muy sensual. Cantaban con una voz muy dulce y parecía que cubrieran a todo el estadio con una fragancia especial. Zanky vio a todos los hombres levantarse despacio, intentando acercarse a ellas desde sus asientos, sin dejar de pestañear ni mover la cabeza. Ron, Bill, Charlie, Enrique y el señor Weasley estaban así, con la baba colgando y con las pupilas fijas en las veelas. Zanky les miraba sin entender, ¿dónde estaban las galletas?

De detrás de las veelas apareció Tita, con cara de mal genio y les gritó algo desde el campo de juego, en ese momento las veelas dejaron de bailar y cantar y bajaron para sentarse en sus asientos, a un lado del campo. Tita se retiró, no muy lejos, sin apartar la vista de ellas. Zanky vio también que sacaba una lupa de su bandolera y miraba a través de ella al palcro donde estaba Zanky, saludándolo con una mano.

- Oyes, ¿habís visto cómo estaban esas carneras? tienen más ses apil que las gallinas de mi pueblo.

- Xico po dió, controlause un poco, que no hase farta que sus pongai asín, que la Jerma y yo etamo aquí y no sus habéi dignao a ir a traeno qué se yo, una bebidita, uno aperitivito... un perfume de Caxaré...

- Déjalos Jana, si todos los hombres son iguales, o sea, mira a Zanky, que cara de salido tiene.

- LES PRESENTO AL EQUIPO BULGARO.

Todo el estadio gritó de nuevo, y desde el cielo apareció la selección búlgara, siete jugadores vestidos sin camiseta y con pantalones rojos brillantes. Fueron situándose en sus respectivas posiones. Finalmente, apareció el buscador, Viktor Krum, y el estadio estalló en gritos femeninos. Zanky se fijó en que Tita había perdido de vista a las veelas y ahora gritaba algo a los jugadores cachas de Bulgaria.

Jermayoni y Jana comenzaron a dar brincos tontos al ver a Krum, y Ron parpadeaba muy rápidamente. 

- ¿Es Krum? ¿Es Krum? ¡¡¡no puedo verlo!!!

Todos en el estadio comenzaron a aplaudir. Krum dio varias vueltas con su escoba y se situó en el centro del estadio. Sin duda, el equipo favorito era Bulgaria, había atraído la atención tanto de los magos como de las brujas... si los Irlandeses pretendían convencer a alguien, más les valía tener una galleta enorme como mascota.

- DEMOS PASO A LA SELECCIÓN IRLANDESA, LA MASCOTA, ¡¡LOS LEPRECHAUNS!!

Un puñado de luces verdes bajaron del cielo y formaron la imagen de un trébol de cuatro hojas en el aire. Eran pequeños hombrecillos vestidos de verde, y que lanzaban monedas de oro al público, que se lanzaba a bofetadas para recoger la mayor cantidad de oro posible.

- Y FINALMENTE, EL EQUIPO IRLANDÉS.

Un equipo de magos y brujas sobre escoba hicieron piruetas en el estadio, hasta quedarse en sus posiciones. Los aplausos no eran tan entusiasmados, incluso algunos gritaron "Quitaos las camisetas".

- ¿YA ESTÁ? ¿ESO ES TODO? BUENO... VALE, PUES ENTONCES, SIN MÁS MIRAMIENTOS... ¿SEGURO QUE LOS IRLANDESES HAN ACABADO? QUÉ PRESENTACIÓN MÁS POBRE, ¿QUÉ TE DIJE, ARTHUR? SON UNOS PRINGAOS... OH, CIERTO, QUE ME ESTÁN OYENDO... BUENO, ME DA IGUAL, SOIS UNOS PRINGAOS, EA, LO DICHO. Y AHORA... ¡¡¡QUE COMIENCE EL PARTIDO!!!

De pronto se lanzaron todas las pelotas de Quidditch, la snitch se perdió al instante, pero el resto de jugadores estaban ya peleando por dominar el marcador. Los irlandeses eran más rápidos y ágiles que los robustos búlgaros, y no tardaron en adelantarse en el marcador. Los búlgaros eran muy agresivos, cometían faltas y el árbitro les llamaba la atención. Pero todo el mundo estaba más pendiente de las mascotas que del partido.

Cada vez que marcaba Irlanda las veelas ponían cara de asco y los leprechaun saltaban de alegría. Al cabo de varios tantos para Irlanda, las veelas comenzaron a bailar para animar a su equipo, sin darse cuenta de que así distraían a todos los jugadores. El árbitro bajó a pedir a las veelas que dejaran de bailar, pero no resistió a la tentación de las veelas. No fue hasta que llegó Tita y le arreó una colleja al árbitro cuando las veelas se mosqueron. Irlanda marcó otro tanto y los leprechaun brincaban de alegría. Las veelas se transformaron en unas criaturas horribles y comenzaron a gritar a los leprechaun, que formaron la imagen de una lengua en señal de burla y comenzaron a tirar monedas de oro a las veelas. 

De pronto, las mascotas de ambos equipos comenzaron a pelearse. Las veelas tenían las manos muy ágiles y más de un leprechaun quedó con la marca de la mano de una veela en la mejilla. Los pequeños hombrecillos verdes lanzaban sacos enormes de oro a las veelas, que tenían que cubrirse con los brazos. Tita sacó el plato y comenzó a poner orden entre las mascotas y, justo en ese momento, el estadio estalló en vítores, Krum había atrapado la snitch, dejando al buscador irlandés colgado de uno de los aros. 

- FIN DEL PARTIDO, KRUM HA ATRAPADO LA SNITCH PARA BULGARIA, EL RESULTADO FINAL ES 105 PARA BULGARIA, 150 PARA IRLANDA, ¡¡GANA IRLANDA!!

El estadio comenzó a abuchear el resultado del partido, por lo visto no les había gustado nada el juego. Lanzaron objetos a los jugadores y, sobre todo cerca del grupo de la mafia, algunos asientos estaban ardiendo. Las mascotas ya no estaban en el campo de juego, y Tita ahora estaba corriendo entre las gradas poniendo orden, haciéndose paso hacia la tribuna donde estaba Zanky con sus amigos.

- ¿Estás bien, Zanky? vamos todos, teneis que salir de aquí, yo ya me ocupo de estos delincuentes, se van a acordar el resto de sus días de qué es una gala de seguridad haciendo bien su trabajo... lástima que no esté Fifí, se lo pasaría bomba.

Tita alzó a Zanky y lo llevó a caballito, seguido por el resto, a la salida del estadio. Allí los dejó y entró con un grito de guerra al interior del estadio, a poner orden, plato en mano.

- Copyright © Zanky Potter - Date A Live - Soporte por Blogger - Diseño por Johanes Djogan - Modificado por Zancaturno -