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16 marzo 2009

Capítulo 9: La Marca Vomitosa

Dejaron a Tita poniendo orden en el estadio de Quidditch. Llegaron a las cuevas pronto, mientras todos celebraban la victoria de Irlanda. Comentaron el partido y la batalla campal entre las mascotas mientras Jana abría una de sus maletas y daba a todos unos dulces de su tierra.

- Tomá xiquillo, son pestiños, los he hexo yo, están riquísmos, a vé si sos gusta que yo no los puedo comé poque engordan muxo, Enrique ya los ha probao en er viaje, ¿estaban buenos?

- Estaban mejor que las botifarras de mi tía Paca.

Zanky probó un pestiño de Jana y le encantó tanto que comió hasta no poder más, dejando las galletas de Tita para otro momento.

Después de cenar llegó Tita con un saco, y cansada.

- Oish, qué día, qué gente. Al final he tenido que dejar pelonas a las veelas - señaló el saco - pero mira, ya tengo relleno bueno para el colchón de Fifí. He desalojado el Estadio y adivinad a quiénes he descubierto en el cuarto de la limpieza.

- ¿A Don Limpio?

- No Lunita, y tápate los oídos. ¡A DOÑA MALFOY CON EL PRINGAO DE SNAPE!, oiii, oi que chismorreo tengo para contar en la peluquería de la Rogelia. Total, que los he echado de ahí a esos pervertidos y me he encargado de cerrar el estadio. Resultado: nueve veelas pelonas, doce heridos leves y apenas daños materiales. Si es que las galas valemos oro... lo que pasa es que estamos mal aprovechás... Si nos dejaran a los galos controlar Gringotts en vez de esos pitufos no entraría ahí ni dios, vamos, apañamos la crisis en un santiamén.

Entraron en las cuevas cuando ya era de noche y estuvieron hablando sobre el partido y sobre qué harían al regresar a la Tejonera y a Hogwarts. En la cueva de las chicas sólo se oían gritos de Tita que duraron hasta bien entrada la madrugada. El señor Weasley les dijo que se durmieran ya, que al día siguiente por la mañana tendrían que volver a por el traslador y necesitarían dormir.

Zanky se quedó dormido pensando en lo mucho que había aprendido del partido, ahora podría mejorar su juego en Hogwarts.

El señor Weasley les despertó de pronto, cuando aún era muy de noche. Se oían gritos fuera, eran gritos de terror y la gente corría hacia el bosque. Apenas pudieron vestirse, el señor Weasley reunió a Zanky, Ron, Jermayoni, Luna, Enrique, Jana y los gemelos y les dijo que fueran directos al bosque, a esconderse.

-         No, o sea, que yo no me puedo ir con lo puesto, que tengo ropa muy cara y mucho maquillaje, no quiero que me lo quemen.

-         Pues mete lo que puedas en una bolsa, ¡pero salid corriendo ya!

-         Ay no, que se arruga...

  Tita acababa de salir de su cueva, con el plato en la mano y con su grito de guerra salió corriendo hacia el interior del camping. Jermayoni y Jana se resignaron y prefirieron poner a salvo sus propias vidas.

Zanky pudo ver a un grupo de magos que llevaban máscaras y vestían de negro. Con sus varitas llevaban en el aire a los muggles del campamento e incendiaban las tiendas que tenían más próximas, haciéndolas explotar. Los miembros de seguridad del Ministerio fueron corriendo hacia el lugar.

- ¡Dejádmelos a mí, dejádmelos a mí! ¡¡FASCISTAAAAAS!!

- ¡No Tita! ¡¡DEJA A LOS GRISES!! Ahora hay que ir a por los de negro, ¡¡LOS DE NEGROOO!!

Zanky y el resto salieron corriendo hacia el bosque, siguiendo a la gente y dejando atrás al señor Weasley, Tita, Bill y Charlie.

Mientras corrían, vieron a Winky, la elfina que vieron en el estadio, corriendo de forma extraña en la misma dirección que ellos. Ron tropezó con una raiz y cayó al suelo. Jermayoni y Zanky se pararon para ayudarle a levantarse y en ese momento un grupo de veelas pasó por su lado y todas, inexplicablemente, se detuvieron para arañar a Ron en la cara. Jermayoni las miró de mala manera cuando se alejaron.

- Socooooggggggggoooo, socoooooooggggggggoooooo!

- ¿Qué dice esa?

- No sé qué de un gorro, vamos, tenemos que ir al bosque.

Dejaron atrás a la chica francesa deforme de silicona y lograron ocultarse en un claro pequeño en medio de una arborada, habían perdido de vista a Luna, Jana, Enrique y los gemelos. Alguien cerca, entre los árboles, levantó una varita hacia el cielo y gritó:

- ¡Masmantis!

En el cielo apareció una enorme cabeza de mantis, de un color rosa, que se quedó en el cielo iluminando la zona. La persona que había invocado aquella imagen había desaparecido.

- ¡Por todas las cremas hidratantes! vámonos de aquí, ¡corred!

- ¿Qué pasa, Jerma?

Zanky oyó mucho movimiento entre los árboles y vio a gente apuntándoles.

- ¡Al suelo!

Los tres se echaron al suelo, Jermayoni solo se agachó, para no ensuciarse, y un montón de rayos pasaron por encima de sus cabezas. El señor Weasley se adelantó para que no lanzaran más hechizos.

- ¡Alto! ¡es mi hijo!

- ¡¡A por los otros dos pues!!

- ¡¡OCÚRRETE!! ese es mi Zanky, si queréis quedaos con la chica, que nadie la aguanta.

Tita corrió hacia Zanky y lo abrazó muy fuerte. Estaba sudada, al parecer ella no sabía aparecerse al igual que los grises, y había llegado hasta allí corriendo, tal vez, cuando el plato le avisó de que estaba en peligro.

El señor Crouch apareció de entre las sombras, muy enfadado, hablaba con su enorme bigote.

- ¿Quién ha invocado la marca?

- La Jerma, seguro que ha sido ella, si ya sabía yo que no era trigo limpio... - Tita apartó a Zanky de su amiga.

- No, o sea, era alguien que estaba allí - Jermayoni señaló hacia unos árboles, pero no había nadie.

Los miembros del Ministerio fueron hacia el lugar señalado, pero Tita soltó a Zanky y los adelantó.

- Oiiii, qué monada, si es una elfina... - Tita sacó a la elfina de entre los matorrales y le puso un lacito lila - ¿quién te quiere a tí? ¿quien te quiere a ti? la Tita, siii, la Tita, mua mua mua. 

- ¡Mirad! ¡tiene una varita!

Alguien de los del Ministerio le quitó a Winky la varita. Era la de Zanky.

- ¡Eh! ¡Es mi varita! ¡Ladrona!

- Winky mala, eso no se hace, bonita. - Tita seguía acariciando a la elfina.

- Hip, Winky no sabe, Winky... hip, Winky no recuerda.

- ¡Ya sé! - Tita abrió muchos los ojos - ¡Ha sido Jana! fijo que ha endrogao a la Winky a base de anisetes, mirad como está, borracha perdía, ¡pobrecita!

El señor Crouch cogió a Winky y la dejó en el suelo, la elfina comenzó a llorar y se arañaba a ella misma.

- Winky es mi elfina, yo me encargaré de que reciba el castigo que merece - miró a la elfina de mala forma.

- Nada, que no encontraré una sola criatura que no tenga dueño... - Tita parecía frustrada por la noticia de que Winky no era libre.

- Pero ha invocado la marca vomitosa - el señor Diggory acababa de llegar - ¡es grave! hacía más de diez años que nadie la invocaba.

- ¿Estás diciendo que he enseñado a mi elfina a usar ese hechizo, Diggory? - el bigote del señor Crounch se movía con rabia.

- No, no...

- Bien... - el señor Crounch sacó una pulsera de oro de su túnica y se la entregó a Winky.

- NOOO, hip, no señor, hip, Winky es buena, ¡es buena!

- Mostachín... te has ganado una enemiga - Tita alzó en brazos a Winky, que estaba llorando mucho - nadie abandona a una criaturita, ¡Desalmado, FASCISTAAAA! Tranquila Winky, yo te llevaré a Hogwarts conmigo.

Tita y el señor Weasley llevaron a Ron, Zanky y Jermayoni de vuelta a las cuevas. Lo primero que hizo Jermayoni al volver fue mirar que no le faltara nada de sus vestidos o cremas. Allí encontraron a todos, salvo a Jana.

- ¿Dónde está Jana?

- Pos estaba conmigo corriendo pal monte, pero se paró en un escaparate pa ver unos trapos de marca o algo asín. - Enrique estaba dando de comer a tres cerdos - Me encontré estos marranos por ahi, creo que vamos a tener una buena matanza, oigan.

- ¿No ha vuelto aún?

- No, no la hemos visto.

- Pues nada - Tita se quitó las botas, cansada - mañana pasaremos por objetos perdidos a ver si la tienen, y sino, ¡qué leches! ¿no tiene padres?

El teléfono móvil de Jermayoni comenzó a sonar, y contestó.

-         Jana tía, ¿dónde estás?

-         Pos no sé, ¿ande tai vosotros?

-         En las cuevas.

-         Ende luego... po que no soy mal pensá...

-         Oye, que dónde estás, que va Charlie a buscarte.

-         Pos a vé... hay un arbo bastante arto, má arto que yo quiero desí.

-         No sé tía, dame más datos.

-         A vé... es de noxe, hay estrellas, eto no está asfaltao, y m’ estoy hasiendo porvo lo tacone. También veo má arbole. Dile a Xarli si se hase una idea.

-         No tía, Charlie no es un GPS.

-         A vé, creo que veo un cartel, si, pone... pera que dé un paso pa’ tras pa verlo bien. Pone... “Peligro, poso” ¡Aaaaaah!

-         Charlie, Jana está donde Tita descubrió el pozo.


Se acomodaron en las camas y Tita comenzó a contarles lo que había pasado mientras regresaba Charlie con Jana.

- Pues había... así por lo pronto como 500 mortífagos y...

- No había tantos - el señor Weasley la corrigió - serían unos 60.

- ¿Qué es un mortífago?

- Los mortífagos son unos hombres buenorros que suelen quemar cosas, nada importante... - Tita les quitó importancia con un gesto de la mano.

- No es así, Tita - el señor Weasley volvió a corregir a Tita - los mortífagos son los seguidores del que-da-yuyu-nombrarlo, fueron sus fieles seguidores, suelen cometer atentados contra muggles, aunque no esperábamos que hicieran esto...

- Mira como en el estadio no han entrado, ¿por qué? porque estaba yo de guarda de seguridad... total, que habían unos 500 mortífagos, estaban quemando todo lo que veían, pero me planto yo ante ellos, con el plato en alto, y les digo, les digo "incendiadme a mí si tenéis valor"

- No Tita, lo que hiciste fue atacarles cuerpo a cuerpo, si hasta parecía que les metieras mano, incluso les preguntaste si estaban solteros.

- Y después empiezo a lanzar el plato y vamos, no quedó allí alma en pie.

- Yo creo que salieron corriendo al verte... de hecho, no hemos podido identificar a ninguno. Miedo me da ver el titular de mañana de El Profeta.

- Pero mira como al Estadio no han entrado ¿eh? - Tita comenzó a mosquearse.

- Papi, ¿qué es esa marca?

- ¡Oh! es la marca vomitosa, la marca del que da-yuyu-nombrarlo, cuando él estaba entero solía invocarla en los lugares donde había cometido un atentado, muchos encontraron a sus familias muertas bajo la marca vomitosa... a los magos nos asusta mucho verla.

- Bah, caguetas, lo único que yo la hubiera hecho de color lila... ese rosa no me convence... un poco cursi ¿no?

- Si, o sea, es cursi hasta para mí, ¿qué pinta el rosa con una cara de una mantis? con lo feas que son.

El señor Weasley les dijo que se fueran a dormir, al día siguiente cogerían el primer traslador de vuelta a la Tejonera.

¡Ya hay un comentario!

  1. " ¡Por todas las cremas hidratantes!"

    Waa jajaja Jerma sigue siendo la ley XD... es bien divertida la verdad...

    Y La Sra. Malfoy y Snape?? ¡Por todas las cremas hidratantes! como es eso posible?

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