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18 enero 2009


Capítulo 3: La invitación

Vernon y Dudley estaban mirando la naranja pocha que tenían como desayuno. Dudley había suspendido todo y en el colegio le habían llamado la atención, por mucho que tía Petunia se empeñara en que era un incomprendido. También se quejaron los profesores de que era muy violento, a lo que tío Vernon contestó que es que tenía muy mal despertar, como su padre. Pero a lo que no encontraron explicación es a que no había talla para él en los uniformes del colegio. Se estaba poniendo ballenato. Tía Petunia, para animar a Dudley, había puesto a toda la familia a dieta, más a Zanky. Pero Zanky contaba con un alijo de unas treinta cajas de galletas enviadas por Tita, y alrededor de quince bolsas de magdalenas importadas por la mafia de la Susan. Todo ello escondido bajo la cama, ya que los Dursley estaban tan gordos que apenas podían agacharse, y menos limpiarían el cuarto de Zanky.

 Mientras Zanky se sentaba en la mesa para comerse sus tres gajos de mandarina pocha, oyó como alguien llamaba a la puerta de la casa, probablemente era el cartero. Vernon se levantó, ya desayunado, y abrió la puerta. Zanky oyó de lejos al cartero reirse, y al rato entró tío Vernon con algo extraño en las manos.

Parecía una pequeña escultura... tenía forma de loro, pero estaba completamente envuelto por varias capas de sellos. Algo dentro se movía, y tío Vernon lo miraba con cara rara. Comenzó a quitar sellos y más sellos y finalmente encontraron que era un loro real lo que había traído el cartero, y el loro, en sus patas, llevaba una carta destinada a tío Vernon. El loro cayó al suelo después de soltar la carta y nadie le hizo más caso, todos se centraron en el mensaje que tío Vernon leía en voz alta.

"Querido señor Dursley:

Me llamo Arthur Weasley, y soy el padre de Ron Weasley, el amigo de su sobrino Zanky Potter... si ha conseguido llegar hasta aquí sin tener que releer vamos bien. Sigamos. Lea despacito: Nos gustaría que Zanky, su sobrino, viniera a pasar el resto del verano a nuestra casa, para poder llevarlo a ver los mundiales de Quidditch, que se celebran este año en nuestro país, una ocasión muy especial para todos nosotros. Esperamos su contestación. Envíenos un loro con la palabra SI y pasaremos a recogerle. Gracias, buen muggle.

Firmado: Arthur Weasley

P.D.: Espero haber puesto suficientes sellos en el loro."

Tío Vernon tardó un momento en reaccionar, de pronto sacó su teléfono móvil y comenzó a escribir algo.

- Envía SI al... ¿Qué número pone? 

- ¡No es ningún número!

- ¿Y qué ganamos si nos toca? - Tío Vernon estaba desconcertado.

- Es una carta del padre de un amigo para pedirte que si me dejas ir con ellos a pasármelo bien lo que queda de verano, lejos de aquí.

- ¿Pero es por sorteo o...?

Zanky se giró hacia su tía, viendo que Vernon no se enteraba.

- ¿Me dejaréis ir?

- ¡Por supuesto que no! Aquí solo se divierte nuestro querido Dudleyito.

- Vale, como quieras - a Zanky se le iluminó la cara - voy a escribir a mi padrino, a contarle que no podré ir, se va a poner muy triste, porque estaba deseando verme este verano... en fin, dime, ¿entierro o incineración?

- ¿Cómo dices?

- Si, vuestro entierro, porque claro, mi padrino está mu loco, igual se presenta aquí y... vete a saber cuántos litros de sangre tenéis que perder antes de morir desangrados... en fin, voy a escribirle... 

- ¡¡¡¡ESPERA!!!! vete, si, si, vete, pásalo muy bien, ea, un besito a la tiítaaaa, mua, mua. ¡¡Ai que felices somos con Zanky!! - Tía Petunia miraba a todas partes, temiendo que Sirius estuviera vigilando.

- Bien, pues voy a escribirles diciendo que si iré. ¡Gracias! - Zanky se giró hacia Dudley - Por cierto, qué buena estaba la naranja ¿eh? mmm - se chupó los dedos - deliciosa, no creo que vaya a comer hoy, me he hinchado...

Cuando Zanky estaba subiendo a la habitación oyó a lo lejos a tío Vernon preguntar a Petúnia que cuántos mensajes mandaría para que le tocara el premio.

Al entrar en la habitación vio un periquito con una carta más grande que él. Lo reconoció enseguida, era el periquito nuevo de Ron. Zanky sacó una magdalena de debajo de la cama antes de leer la carta, que decía:

"Zanky, mi padre ha alquilado un loro por horas para enviarlo por correo muggle a tus tíos para pedirles si podías venir a casa para los mundiales. Pero como no me fío mucho del correo, ni de que esa sea la forma exacta de mandar cartas muggles... te he querido mandar un loro para decirte que vamos si o si a recogerte. Mañana a las cinco de la tarde estaremos allí.

Charlie Weasley.

P.D.: Ron está en paradero desconocido, la última vez que le vimos estaba dando de comer a los gallos."

Zanky escribió a Charlie contestándole que si que le dejaban ir, y que para encontrar a Ron probablemente solo tenían que seguir al gallo que tuviera más pelo pelirrojo en su plumaje.

Al quedarse comiendo la magdalena cayó en la cuenta de que ya se había olvidado de aquel horrible sueño. Ahora solo tenía ganas de que llegara el día de mañana para marcharse a la Tejonera.

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